Por:
Marlen Marbell Matacea Sinsajoa
Desde hace unas semanas me
es muy difícil concentrarme en clases, siento que él me mira extraño, él es el
nuevo profesor de matemáticas, nunca he sido buena con los números pero siempre
estoy muy atenta para así entender un poco.
La semana pasada mi abuela
me regalo un gorro rojo, a mí me parece muy lindo, aunque algunos niños de la
clase dicen que parezco caperucita roja, al principio no me importaba y me
parecía gracioso, pero últimamente me están haciendo bromas muy pesadas; ayer
cuando iba de camino a casa Andrés y sus dos amigos me estaban esperando en un
callejón y empezaron a gritar
“Caperucita, caperucita no vas a preguntar para qué es esto?” mientras
se agarraba su miembro, los otros empezaron a reír mientras corrían tras de mí,
Andrés se bajó los pantalones, salí corriendo como alma que lleva el diablo.
Se lo conté a mi mamá pero
ella dijo que son bobadas de niños, aunque yo creo que volvió a tomar y solo
dijo eso para no prestarme atención, desde que mi papá se fue ella se convirtió
en una alcohólica, esta borracha casi todos los días y no hacia comida; menos
mal mi amiga Angélica me enseño a cocinar porque si no mi hermanito y yo nos
hubiéramos muerto de hambre.
Mañana sábado vamos a
visitar a mi abuelita, ella si es buena y nos quiere mucho, pasamos el fin de
semana con ella y regresamos el domingo en la noche para ir a clase al otro día.
En clase en profesor explica divisiones por tres cifras, pero no le entiendo
nada, de verdad siento que me mira raro y siempre tiene una mirada picara,
conozco esa mirada porque es como ver al novio de Angélica antes de que se
pierdan y falten a clases, le pido al profesor que me vuelva explicar y él me dice “claro, pero al final
de la clase”.
Cuando todos se han
ido el profesor me dice que estaremos más cómodos en su oficina, tengo miedo,
el sudor corre por mi espalda y la tonta de Angélica tenía que escaparse
precisamente hoy, él me dice siéntate caperucita y tiene un tono burlón en su
voz, me dan ganar de irme aunque no puedo perder matemáticas porque si pierdo
mamá me retirara de estudiar. Él me
explica y poco a poco voy entendiendo,
ya no me da tanto miedo, parece normal; finalmente me ofrece llevarme a casa y
acepto porque es tarde y la buseta ya no pasa, mientras maneja me pregunta “ ¿me acompañas a mi casa a traer unas
cosas?” yo le contesto que es tarde y mamá se enojara mucho, aunque sé que le
da igual, al parecer a él no le importa porque sigue manejando en una dirección
que no conozco, finalmente el carro se detiene y me invita a pasar, cuando
estamos adentro me ofrece un vaso de jugo, cuando termino de tomarlo él se
acerca y me besa en la boca yo trato de negarme y apartarlo de mí, pero por más
que lo intento mi cuerpo no responde, me lleva a una habitación y me desviste,
puedo sentirlo todo, pero no puedo hacer nada para evitarlo ; besa mis pequeños
senos mientras se mueve dentro de mí, el dolor es insoportable, ya no aguanto
mas, veo pequeños puntos que titilan a mi alrededor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario