NOCHE DE EXPERIENCIA
Regresaba a la casa de mis tíos en un taxi, al pasar por la zona,
fingí sentirme indignada, y le comente al taxista que eso no debía de estar
pasando en las calles. Él me dijo que era normal, que las prostitutas se
ganaban la vida así, entonces entre tanta conversa, el me dio los detalles de cuanto
cobraban, como buscan a sus clientes y demás cosas. Cuando llegamos a mi casa
me sentía tan excitada que me metí rápido a mi habitación y me masturbe
pensando en que yo era una prostituta de la calle complaciendo a mis clientes.
Tuve un orgasmo tan intenso que me prometí a mí misma que sería una fantasía
que tenía que experimentar pronto para poder sentirme tranquila. Decidí que sería
el próximo fin de semana sí o sí.
Los días previos al fin de
semana me encontraba muy ansiosa, incluso tenía dificultades para dormir
pensando en lo que iba a hacer. Al fin llego el día sábado y como a eso de las
10 de la noche me empecé a arreglar, de manera que me viera como una de esas
prostitutas de la calle. Mientras lo hacía me empecé a excitar de una forma muy
extraña. Como era una noche calurosa me vestí muy ligera de ropa y me puse
mucho maquillaje. Entonces tome un taxi que me dejo a unas cuadras y me dirigí
caminando hacia la calle donde estaban todas las prostitutas. Entonces al
llegar enseguida me rodearon tres de ellas y me dijeron que ahí no me podía
quedar porque era su zona, entonces les dije que solo sería por esta noche, que
no fueran malas y me dejaran trabajar solo por hoy, después de estar
discutiendo un rato dijeron que estaba bien si les pasaba una parte de lo que
yo ganase. Yo acepte y les dije que sí. Las chicas me veían de forma extraña,
tal vez les sorprendía que alguien como yo estuviera prostituyéndose en la
calle.
Estaba muy excitada de
sentirme una más de esas callejeras esperando que algún hombre se acercara a
pedirme mis servicios. Al fin llego mi primer cliente, era un tipo viejo y feo.
Me dijo que cuanto le cobraba por hacerle sexo oral, entonces le dije que
tanto, él dijo está muy elevada de precio, pero me gustas mucho y te lo voy a
pagar. Entonces con muchos nervios y con gran excitación me subí a su auto, y
le pregunte a donde iríamos. Él sonrió y dijo que no, que se lo hiciera en el
auto. Busco un lugar oscuro y se estaciono, entonces se bajó la cremallera y se
sacó su pene, me tomo por la cabeza y me la bajo. Yo primero le empecé a pasar
mi lengua por su glande, estuve así por unos minutos. Después me la metí toda y
se la empecé a chupar mientras le acariciaba sus testículos, pero solo duro
unos instantes y me dijo no quiero mancharme así que trágatelo todo. Al
terminar de decir esto mi boca se llenó de abundante semen. Estaba tan excitada
de sentirme una... callejera que llegue a tener un orgasmo y trague el semen
que tenía en mi boca y seguí succionando su miembro hasta que quedo totalmente
flácido y sin restos de semen. Terminado todo me fue a dejar al lugar donde me
había encontrado.
Al llegar al lugar tuve que
repartir mi dinero, con las otras para que me siguieran dando chance de
trabajar. No paso mucho tiempo y se paró un auto cerca de mi posición, era una
pareja marido y mujer. Él me dijo cuanto les cobraba por atenderlos a ambos y
les dije el precio. Sin decir nada me abrieron la puerta, salió la mujer y me
dijo que entrara al auto en la parte delantera en medio de ellos. Entonces ya
adentro la mujer, me metió la mano entre mis piernas y me empezó a masturbar
suavemente yo solo me dejaba. Me estuvo masturbando durante todo el camino.
Llegamos a unos departamentos y entramos, fuimos a una habitación nos
desnudamos los tres y ella se recostó. El me empujó hacia ella y le empecé a
chupar su clítoris mientras ella le mamaba la tranca a él. Después de un rato
cambiamos de posición, entonces el la penetro y me dijo que me sentara en la
cara de ella. Así lo hice y me empezó a chupar deliciosamente. Así estuvimos
largo rato cambiando de posiciones, tiempo en el cual llegue a tener dos orgasmos,
hasta que el señor estuvo a punto de acabar. Nos ordenó que nos pusiéramos las
dos hincadas de frente a su pene con la boca abierta y lanzo abundantes chorros
de semen en la boca y cara de cada una, los chorros parecían interminables.
Cuando termino de venirse nos ordenó que tragáramos su semen. Como ya había
tragado el semen de mi primer cliente, no me importo hacerlo de nuevo. Después
entre las dos lamíamos su tranca sintiendo como cada vez se hacía menos dura.
Terminamos con un gran beso, entre ella y yo, compartiendo el poco semen que
nos quedaba en nuestras bocas y caras. Me fueron a dejar a donde me habían
encontrado y de nuevo repartí parte de mis ganancias con las demás.
Al llegar, de nuevo repartí
el dinero entre mis compañeras. Eran las 5:00 am del domingo y pensé que ya
había sido suficiente trabajo por hoy. Así que tome un taxi de regreso y le
dije que me dejara en un parque que está cerca de mi casa. Durante el camino se
me ocurrió una forma muy deliciosa de terminar la jornada. Al llegar a mi
destino le dije al taxista Disculpe, no tengo efectivo pero si usted quiere le
puedo pagar de otra forma, mientras con una de mis manos le acariciaba su pene
por encima del pantalón. Su silencio me lo dijo todo. Así que le saque su
tranca y me esforcé por darle la mejor mamada de su vida. Después de unos
minutos siento que sus chorros de semen empiezan a salir llenándome toda mi
boquita. Por un momento pensé en escupirlo todo, pero venia de tragar tanto
semen que no me importo tragarme una dosis más de leche y me lo trague todo
dejándole su pija limpiecita también.
Cuando baje del taxi me puse
a pensar en lo que habia hecho y recordé lo que habia visto decir a una
prostituta en un noticiero de la televisión: "Decidirte a hacerlo la
primera vez es lo más dificil, después lo sientes como algo normal"